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Rutas con encanto

Petra, la joya de la corona jordana. Introducción.

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Dicen que el más preciado tesoro de Jordania es Petra y sin embargo, a pesar de estar considerada una de las 7 Maravillas del Mundo, esto no es así. El más preciado tesoro para los jordanos es el agua,

Un país, con desierto en el 80% de su territorio, del que solo un 10% es zona cultivable -la correspondiente a la ribera del río Jordán- y que desde tiempo sufre severas restricciones de agua (solo un día a la semana para hacer acopio de las necesidades básicas) recibe con los brazos abiertos a miles de turistas para visitar la «Joya de la Corona».

Texto y fotos por José Manuel Beltrán

Jordania es un país tranquilo, seguro, tolerante y que presume de una pacifica convivencia entre culturas y religiones diferentes. Es el único de esta zona geográfica que no tiene reservas de petróleo. Quizás sea ese uno de los motivos, además de su seguridad financiera y estabilidad política, para no tener problemas y vivir en paz; máxime desde que en 1.994 se procedió en la Conferencia de Madrid a la firma del acuerdo de paz con Israel.
Anfiteatro de Petra
A Jordania se la considera la "Suiza árabe"; es uno de los pocos países que mantiene relaciones diplomáticas con todos los países del mundo.

Los primeros pobladores conocidos, entre el 1.200 a.C al 539 a.C., fueron los edomitas, quienes ya imprimieron a la ciudad de un alto nivel cultural y de trascendencia económica, bien fuera por la industria del metal o del textil.

Sin embargo es a partir del 312 a.C. cuando ocupándola los nabateos, que dejan de ejercer el nomadismo para establecerse en ella, la convierten en su capital. El control del tránsito de caravanas desde Arabia hasta más allá de Oriente, Asia y China realzan la prosperidad económica de la ciudad, bien reflejada en su riqueza arquitectónica.

En el camino hacia el siglo VIII, abiertas nuevas rutas marítimas con Asia, a la vez que distintos terremotos, hacen que la "ciudad rosa" caiga en el más absoluto abandono. Tanto es así que en el siglo XIV se pierde totalmente su pista; sin quedar rastro alguno y documental sobre ella.
Hazme igual a la maravilla celosamente guardada por el sol del este. Una ciudad rosada tan antigua como el tiempo....
-Dean Burgon.

Cinco siglos después, en el año 1.812, el suizo Johann Ludwig Burckhards la redescubre para toda la humanidad. Viajero, arqueólogo, de amplia cultura e incluso espía, tuvo que tomar el nombre de Ibrahim Ibn Abd Allah, ya que a la sazón, también hablaba árabe, para infiltrarse en una caravana al no estar permitido a los europeos deambular por esta zona.
"Quiero ofrecer un sacrificio en la tumba del profeta Aaraón"

Esa es la excusa que adujo para separarse de la caravana, junto a su guía, y aproximarse hasta donde creía se encontraba la ciudad fantasma. Un solo día tardó en ello, sin poder tomar notas o apuntes más allá de su memoria. Sin embargo a su guía si le hizo saber....
"Si mis conjeturas son ciertas, este lugar es Petra"

Johann Ludwig Burkhard trabajaba como científico para el Foreing Office británico. Corría el agosto de 1.812 y en ese momento prometió a sus guías no revelar y mantener el secreto de esta localización. Cinco años después de su muerte, en 1.822, se hicieron públicas sus notas, recuerdos y dibujos sobre la ciudad. Una vez que comenzaron las primeras excavaciones, en 1.924, ahora es admirada por el color rosáceo de sus rocas.

Razones por las que debes de visitar Petra

Que desde 1.985 esté inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO; o que desde el 2.007 forme parte de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno, son razones más que suficientes para realizar una visita a Petra. Sin embargo, hay otras más directas: la belleza de sus desfiladeros (Suq), el cambio de color según la luz del día, e incluso de las sombras de sus rocas areniscas; el suspense -según nos vamos acercando- a la visión de la fachada o Puerta del Tesoro (sin duda el elemento más fotografiado), el ascenso a la Tumbas Reales, el Triclinium o la visión de su Anfiteatro.

Todo este conjunto arquitectónico, como estilo único en el mundo antiguo, lo iremos desgranando en posteriores artículos e incluso con una guía de viaje propia.

Sí, ya lo sé, te estoy dejando con las ganas. Yo también me quedé con ellas; me hubiese gustado quedarme más tiempo, disfrutar de otra manera su paseo nocturno, iluminado los 1.800 metros de su desfiladero con simples velas, tal cual ocurriría en la antigüedad. Debe ser espeluznante y es por ello que prometo volveré. Desde las montañas de Wadi Musa, el valle de Moisés, el salvado por las aguas, te deseo: SALUD, ciudadano viajero.

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COMENTARIOS

  • CARLOS OLLER BOFILL escribió

    abril 25, 2016

    José Manuel, te pasaste, artículo magistral.
    Te felicito, extraordinaria narración, con citas incluidas, que me han hecho vivir nuevamente mi experiencia.
    Lo único que te faltó, es mencionar el largo, larguísimo camino que hay hasta llegar a Petra,, que es a pié y el retorno también.

    Responder
    • José Manuel Beltrán escribió

      abril 25, 2016

      Gracias, Carlos. Esta es la introducción; el siguiente artículo desvelará más detalles, incluido el que mencionas.

      Responder

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