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PATRIMONIO UNESCO

Milford Sound, el fiordo de Nueva Zelanda Patrimonio de la Humanidad.

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Situado en la costa oeste de la Isla Sur, una de las zonas más húmedas de Nueva Zelanda, y dentro del Parque Nacional de Fiordland, Piopiotahi en maorí o Milford Sound, con sus imponentes picos, múltiples cascadas y vistas asombrosas, es una visita que no se puede dejar de hacer una vez dentro de este impresionante país.

Realmente la UNESCO, desde 1990 y en su ficha 551, reconoce como Patrimonio de la Humanidad a Te Wahipounamu. Y dice de él: «Situado en el sudoeste de Nueva Zelandia, este parque ofrece un paisaje modelado por sucesivas glaciaciones y compuesto por fiordos, costas rocosas, altos acantilados, lagos y cascadas. Los dos tercios de su superficie están cubiertos por bosques de hayas meridionales y podocarpos, de más de 800 años de edad en algunos casos. Aquí viven el kea –el único loro alpino del planeta– y el tahake, un espécimen raro de ave corredora y corpulenta en peligro de extinción».

Si seguimos indagando en la red, y como mejor forma de situarnos y comprender mejor la historia de este lugar, vemos que Te Wahipounamu, que en maorí significa el lugar de las aguas de la piedra verde, por la abundancia de agua y una variedad de jade verde, llamado por los nativos pounamu, abarca una enorme extensión de 2.600.000 hectáreas (mayor que toda la Comunidad Valenciana).  

The Wahipounamu- SurOeste de Nueva Zelanda. ©OUR PLACE The World Heritage Collection. UNESCO.

Aquí se congregan cuatro grandes parques nacionales: el de Westland, el del Monte Aspiring, el Aoraki o Mount Cook y el de Fiordland, el más extenso de los 14 parques existentes en Nueva Zelanda, con 12.500 km2. Y, en este último se encuentra enclavado Milford Sound.

Rudyard Kipling, escritor y primer inglés en obtener el Premio Nobel de Literatura en 1907, que repitió en 1926, describió a Milford Sound como «espectacular y la octava maravilla del mundo», haciendo honor a los maoríes, que atribuyen la creación de los fiordos a un albañil gigante llamado Tute Rakiwhanoa, que talló los valles escarpados con su hacha.


El tiempo en Milford Sound ¿lloverá o no lloverá?

No es por desanimarte, ¡que va!, pero tienes que saber que Fiordland es una de las zonas más húmedas de Nueva Zelanda. En consecuencia, conocido es también por sus altas precipitaciones y por temperaturas más bien frescas durante todo el año. En promedio, Milford Sound recibe lluvia 182 días al año, así que ya sabes, elige visitarlo en el resto de los días. No. No me preguntes cuáles son. Ya más en serio. No importa cuándo elijas realizar tu visita, aunque lo recomendable es hacerlo de noviembre a abril (Febrero es la temporada alta). Siempre has de ir abrigado, en lo que se llama "por capas" y tener a mano un impermeable, sea la estación que sea.
Inicio del Dusky Sound, cuando todavía estaban los cielos más despejados. (Pulsar sobre cualquier imagen para ampliar)

Y, ¿en esas condiciones merece la pena la visita?

Pues claro que sí. Ni lo dudes. A nosotros nos tocó hacerlo bajo esas circunstancias (exactamente un 3 de febrero) y podemos decir que Milford Sound es también hermoso bajo la lluvia. Aunque, un poquito de menos agua y más rayos de sol no hubiesen venido nada mal. El caso es que, más lluvia significa que las cascadas son más espectaculares y cuando la niebla comienza a cubrir las cimas de las montañas la belleza mítica del fiordo se une a la mística.
Espectaculares cascadas que se desprenden sobre el fiordo, Patrimonio de la Humanidad
El efecto de las nubes que se dispersan, un agua cristalina que refleja las montañas. Naturaleza sorprendente en Dusky Sound. (Pulsar la imagen para ver en formato completo)

¿Cómo llegar y visitar Milford Sound?

Fiorland, como gran Parque Nacional, se compone de un total de 14 fiordos. La mayor parte de ellos son totalmente inaccesibles por tierra y, de hacerlo, solo podrás hacerlo por mar. Milford Sound es uno de los pocos donde llegar hasta él (mejor dicho a ciertos puntos poblacionales) y se puede hacer por medio de avión, de coche o autobús, caminarlo por medio de trekking, en kayak para cortos recorridos y, naturalmente en barco y en su totalidad, por mar.

Para ello, por tierra, hay que llegar hasta Queenstown a Te Anau. La base principal del parque es el pequeño pueblo de Te Anau, a 171 kilómetros al suroeste de Queenstown. Nosotros, lo reconocemos, lo hicimos de una forma mucho más cómoda pero en este caso apreciando la totalidad de Milford Sound, como también antes de Doubtful Sound, que es el fiordo más grande de Fiordland, y de Dusky Sound. Y lo fue a bordo de un excelente barco de cruceros: el Eclipse de Celebrity Cruises.
Bowen Falls, a la izquierda, es la espectacular catarata que desde un acantilado de 162 metros se precipita sobre el fiordo, ya en su parte final. (Pulsa sobre la imagen para ver ampliada)

Pequeños datos históricos

Milford Sound fue descubierto originalmente hace más de 1000 años por tribus maoríes. El pueblo maorí creía que Milford Sound fue creado después de que uno de sus dioses cantara una oración que abrió las paredes rocosas, pero en realidad, más allá de las leyendas, Milford Sound se formó por glaciares que se movían lentamente y que fueron tallando y esculpiendo el paisaje durante la Edad de Hielo.

En 1823, el fiordo fue descubierto por el capitán John Grono, quien nombró al fiordo Milford Sound en honor a su lugar de nacimiento, Milford Haven. En 1877, el buscador de oro escocés Donald Sutherland se mudó a Milford Sound y se convirtió en su primer residente oficial. Más tarde construyó el primer hotel de la zona y dio la bienvenida a varios visitantes, que se sorprendieron por la espectacular belleza natural de la zona. Hoy en día, Milford Sound es considerado el destino turístico más popular de Nueva Zelanda y es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Las vistas del fiordo se modifican según evolucionan las nubes. (Pulsa sobre la imagen ©paradaconfonda.com para ampliar)
Espectacular panorámica (pulsa para ver en original) de Milford Sound.

La Gioconda de Milford Sound: el Mitre Peack.

Con más de 1524 metros de altura, Mitre Peak es uno de los lugares más emblemáticos de Milford Sound. Esta imponente montaña, cuyo pico semeja portar el sombrero de un obispo, debido a su cresta en forma de cono es una de las instantáneas imprescindibles al navegar por Milford Sound.
Para que hagáis una comparación: el Mitre Peack -Fotografía de Bernard Spragg- sin lluvia.
Misma imagen captada por mi ciudadana ©Nuria González con diferente distancia

Cascadas, infinidad de cascadas y cataratas.

Sin necesidad de un día lluvioso no es muy difícil que el rocío y la bruma de la ingente cantidad de cascadas de la zona se haga notar en tu cuerpo. Puestos a destacar alguna, dentro de la admiración general de todas, hay que hacerlo con la Lady Elizabeth Bowen Falls, la cascada más alta de Milford Sound y el único proveedor del suministro de energía y agua de la población cercana.
Las empinadas cataratas de Stirling, que se elevan a más de 150 metros sobre el agua, o las espectaculares The Four Sisters, un conjunto de cuatro cascadas que a menudo proyectan una serie de arco iris en la niebla.

El avistamiento de la fauna.

El clima húmedo y las fuertes lluvias de Milford Sound hacen de los acantilados, montañas y bosques circundantes el hogar perfecto para una serie de animales marinos y especies raras. Nada está asegurado pero mientras navegas plácidamente por Milford Sound es posible ver focas de piel perezosas descansando al sol en Seal Point, los siempre simpáticos delfines oscuros con sus saltos del agua y, si tienes suerte, localizar al famoso pingüino crestado de Fiordland, cuyo singular pico naranja y cejas amarillas es un espectáculo para la vista.
Focas reposando plácidamente sobre las rocas. Milford Sound.
Panorámica de las montañas y cascadas recorriendo el Parque Nacional de Fiordland. (Pulsar en la imagen para ampliar)
Panorámica (pulsar para ver original) del inicio del Dusky Sound.

Toda esta naturaleza en un estado puro nos brinda paisajes espectaculares donde las montañas, el reflejo del agua, el mar que penetra en la tierra a través de estrechos pasillos horadados en forma de U, siendo creados en las eras glaciares, al final terminaron inundados consecuencia del deshielo.
A través de una tranquila navegación, toda esta sucesión de imágenes comienzan en el Doubtful Sound, llamado "El sonido del Silencio", y que siendo el segundo fiordo más largo de la Isla Sur (con 40 kilómetros), es el más profundo de todos con 421 metros.
Desde un barco de crucero, como fue nuestro caso, la tranquila navegación a lo largo del fiordo dio para preciosas escenas como la que estás viendo. (Pulsa en la foto para ver completa)

Serenidad de navegación de hoy en día. Serenidad en sus curiosas aguas y sus efectos. En Doubtful Sound dos son las diferentes capas de agua que no se mezclan entre sí y solo hace falta fijarse en la curiosa foto para comprobarlo.
Unos pocos metros, de la parte superior, son de agua dulce proveniente de la continua escorrentía de las montañas circundantes. Debajo de esa primera capa se encuentra lógicamente la de agua salada del mar. La diferencia en el índice de refracción entre estas dos capas hace que sea difícil que la luz penetre. Este efecto, además del de la foto, es beneficioso para una fauna que se aprovecha de ese agua dulce como otra de la salada además de la existencia en sus aguas más profundas de un curioso coral negro.
Las dos capas de agua, dulce y salada, se aprecian perfectamente en Dusky Sound. (Pulsar la foto para ampliar)
Las distintas tonalidades del agua y, además, una tímida representación del arco iris, que nunca había visto así. Pulsa la imagen para ampliar.
No son necesarias muchas palabras: Doubtful Sound. Pulsa en la imagen para ampliar..

Doubtful Sound tiene también algunas cascadas espléndidas, especialmente durante las estaciones más húmedas. En el Hall Arm, las cataratas de Browne caen 619 metros; Helena Falls en Deep Cove caen 220 metros.

Existen otros recorridos y parajes espectaculares en forma de fiordos en el mundo. De los conocidos por mi parte citar a los Fiordos Chilenos, una vez atravesado el Cabo de Hornos, y también los Fiordos Noruegos. Próximamente visitaré los de Islandia y me restarían algunos de Canadá. En esa comparativa muy personal, sin duda Milford Sound sale ganando. ¡Vale, por puntos, pero sale ganando!
Navegación por Milford Sound. Isla Sur. Nueva Zelanda. (Pulsar en la foto para ampliar)

Si alguna vez hubiese que volver, que yo no descartaría, me gustaría poder contaros más interioridades de esta espectacular zona de la Isla Sur. Y cuando hablo de interioridades me refiero a su interior. Recorrerla por carretera, por la famosa SH94; hacer alguna parte (no me cabe duda que tendría que ser suave) del que dicen es el mejor sendero de montaña del mundo: el Milford Track; o relajarme en el lago Te Anau.

Quien sabe. Nueva Zelanda nos ha maravillado y seguiremos contándotelo tal y como hacemos aquí: con serena pasión.
La catarata Lady Elizabeth Bowen y el efecto del arco iris en el agua. Milford Sound. *Pulsa para ampliar la foto.
Esperamos que hayas disfrutado con este artículo y reportaje. Créenos que nos ha sido muy difícil elegir las fotos. Con esta última os deseamos como siempre: ¡Salud, ciudadanos viajeros! *Recuerda: Pulsa en la foto para ampliar.

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COMENTARIOS

  • Cati escribió

    abril 13, 2023

    Que maravilla de viaje,espero algún día lo pueda realizar.
    Gracias por tu web así viajamos un poco también con vosotros.
    Un fuerte abrazo para ti y Nuria

    Responder
    • José Manuel Beltrán escribió

      abril 13, 2023

      Gracias, Cati. Seguro que si lo haces. Es cuestión de proponérselo. Y lo disfrutarás tanto o más que nosotros. Gracias por tu comentario!

      Responder

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