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ITALIA

Un paseo por Florencia. Amor al arte.

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Sus plazas, palacios y monumentos conforman una riqueza artística y cultural que te hacen enamorar de la ciudad al instante. Un paseo por Florencia, cuyo centro histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es declarar nuestro amor al arte.

Bien pudiera definirse a la ciudad por ser la cuna del Renacimiento. Florencia, Firenze en italiano, de reducidas dimensiones geográficas, es una ciudad única. Sobre ella, dice así la ficha de la UNESCO, quien la declaró en 1982 Patrimonio Mundial de la Humanidad:

«Construida en el sitio de un asentamiento etrusco, Florencia, la ciudad símbolo del Renacimiento, desempeñó un papel económico y cultural preponderante en los siglos XV y XVI bajo el gobierno de los Médicis. Seiscientos años de creatividad de genios del arte como Giotto, Brunelleschi, Botticelli y Miguel Ángel han dejado su impronta en la catedral del siglo XIII, las iglesias de Santa Maria del Fiore y la Santa Croce, el Palacio de los Oficios y el palacio Pitti, entre otros monumentos».

El centro histórico de Florencia se encuentra dentro de la ciudad amurallada, construidas las murallas en el siglo XIV. Se puede decir que es a partir de esa fecha, una vez que los Médicis toman el control y el poder de la ciudad desbancando a los Albici, cuando ésta comienza a crecer económica y comercialmente.

Es con Cosme de Médicis, o Cosme el Viejo, con quien se comienza a sufragar el mecenazgo de artistas de todos los géneros. Alberti, Donatello, Fra Angelico, Brunelleschi o Fra Filippo Lippi se encuentran entre ellos. Más adelante haremos mención de sus nombres una vez que recorramos los principales monumentos de la ciudad.

Pero no sería justo no citar al nieto de Cosme, Lorenzo el Magnífico, quien entre 1469 y 1492 da el espaldarazo definitivo para que Florencia fuese considerada la capital cultural de Italia. Se puede considerar a este periodo como el de mayor gloria del Renacimiento italiano y de la civilización florentina, y ello lo vamos a comprobar con el recorrido que te proponemos a continuación, una vez que nos desplazamos desde Roma. Por cierto, algo de Roma hemos escrito (pronto se ampliará) y lo puedes leer aquí, o si te pica la curiosidad por lo publicado de Italia, entonces vete a este enlace interno. Pero ahora vayamos a dar un paseo por Florencia. Amor al arte.


Como llegar a Florencia.

Al aeropuerto de Florencia, denominado Amerigo Vespucci, se llega desde las principales ciudades europeas. Trasladarse al centro de la ciudad lo puedes hacer en autobús: Volainbus (ida/ida y vuelta 6/10 €, en aproximadamente 30 min) con destino en Piazza della Stazione. Su frecuencia es cada 30 min de 6.00 h. a 20.30 h., y después cada hora hasta las 23.30 h.
En un taxi, hasta el centro histórico, te pueden cobrar una tarifa fija de 20 € (24 € domingos y festivos), más 1 € por bulto. Estos son precios orientativos que te ruego actualices en el momento de tu viaje.

También lo puedes hacer en tren, a la estación principal de Santa María Novella.

Nosotros lo hicimos desde Roma, por medio de Tren Italia, en tren de Alta Velocidad y en tan solo hora y media. La frecuencia de horarios es amplia, como en casi todos los destinos en Italia. La estación de Santa María Novella se encuentra en el centro de la ciudad y será este el punto de partida de nuestro recorrido.
Plano del Centro Histórico de Florencia

Nuestro paseo imprescindible por Florencia. Qué ver en un día.

En seguida te darás cuenta que Florencia es una ciudad pequeña, en cuanto a sus principales zonas y monumentos a visitar. Además, no necesitarás de ningún transporte especial pues la ciudad es muy accesible para pasearla. Es decir, y no te asustes, el recorrido que te propongo es para hacer a pie, de forma sosegada y tomándote tu tiempo incluso para comer. Por supuesto que, como siempre recomendamos en Parada y Fonda, hay que volver a los destinos y profundizar en ellos.
Ahora, con ayuda del plano que tienes arriba o de cualquier otro que puedas conseguir, vamos de la mano a descubrir tan apasionante ciudad.
Piazza y Basílica de Santa María Novella

Comencemos por la Piazza y Basílica de Santa María Novella.

Nada más salir de la estación te toparás con la parte trasera de la Basílica. Es una de las principales de Florencia donde destaca, como en la mayoría, su fachada en mármol. En el frontón de la misma se encuentra el nombre de su mecenas y el escudo de la familia Rucellai. Fue proyectada y construida bajo la dirección de Leon Battista Alberti, en lo que ya era una pequeña iglesia de monjes dominicanos.
Interior de la Basílica (en momento de culto). Pulsar sobre la imagen para ver completa.
Interior de Santa María Novella
Espectaculares vidrieras de Santa Maria Novella

Con tres naves, la vidriera del rosetón en su fachada representa la "Coronación de la Virgen" (1365). En el resto, y detrás de las capillas del transepto, hay otras vidrieras de colores como la “Virgen con el Niño” o “San Juan y San Felipe” de Filippino Lippi (siglo XIV).

Segunda parada. La espectacular Piazza Duomo: la Catedral de Santa María del Fiore con la cúpula de Brunelleschi, el Baptisterio de San Juan y la Torre Campanario de Giotto.

Dejamos Piazza Santa Maria Novella por una de sus salidas laterales (Vía del Giglio) para encaminarnos por la Vía de Zanetti hacia la joya de la corona de Florencia. Podríamos hacer un símil en cuanto a la forma que se va descubriendo, al igual que El Tesoro en Petra. Eso es lo que ocurre como veis en las fotos superiores cuando nos vamos acercando, primero a Piazza San Giovanni, que es donde se sitúa el Baptisterio, e inmediatamente la Catedral de Santa María de Fiore, su imponente cúpula y el Campanile de Giotto, su torre campanario . Cuatro monumentos que admirar y que poder visitar por separado.
En primer término parte del Baptisterio. Detrás, lateral de Santa María de Fiore.
El Baptisterio de San Juan en la Dome. Florencia. Pulsar la foto para ver en su totalidad.

El Baptisterio de San Juan.

Dedicado a San Juan Bautista, patrón de Florencia, se encuentra enfrente de la Catedral siendo el edificio más antiguo de la plaza. Como símbolo de la comunidad cristiana, como su propio nombre indica, en él se celebraban los bautizos que se celebraban dos das al año.

Construido en el siglo V, sobre otras construcciones romanas, es de planta octogonal. Desde el siglo VII, en que se reformó, tiene el aspecto actual. Tiene tres importantes y preciosas puertas de bronce en las que se representan en 56 paneles, 28 en la puerta sur obra de Andrea Pisano, y otros tantos en la norte cuyo autor es Lorenzo Ghiberti, escenas de la vida de San Juan Bautista y la de Jesus y los cuatro evangelistas.
Escenas del Evangelio en las puertas de bronce del Baptisterio.

La Catedral de Santa María de Fiore y la cúpula de Brunelleschi.

El símbolo y a la vez el referente arquitectónico de Florencia lo representa la Catedral de Santa Maria del Fiore (de la Flor), también conocida como sucede en toda Italia como el Duomo. Comenzó su construcción, allá por 1296, el sienés Arnolfo di Cambio. Las obras duraron casi 150 años. Sin embargo, la impresionante cúpula cubierta de azulejos rojos pero construida en ladrillos, corresponde a Brunelleschi, bajo el mecenazgo de los Médicis. El contraste entre sus fachadas, de mármol rosa, blanco y verde, con el rojo de los azulejos es realmente bello.
La imponente cúpula de Brunischelli de la catedral de Florencia destaca sobre manera

Como otras muchas, la catedral está construida sobre otra antigua catedral -la de Santa Reparata- que se había quedado pequeña. Hoy en día, esta esplendorosa obra maestra del gótico es, después de San Pedro en Roma, de St. Paul en Londres y de la catedral de Milán, la cuarta mayor del mundo.

Si antes mencionaba que fue di Cambio quien inició las obras, a su muerte le reemplazó Giotto -contratado por el Gremio de la Lana- pero que mostró más interés en la construcción del Campanile. Luego, ya en 1380, se terminaron las tres naves siendo Francesco Talenti su director de obra modificando el inicial de di Cambio.
Fachada de Santa Maria de Fione y el Campanile.

La construcción de la flamante cúpula de la catedral, símbolo de la ciudad, se inició en 1420. Filippo Brunelleschi acometió la obra de gran dificultad técnica ya que las estructuras no eran lo suficientemente sólidas para soportar el excesivo peso de la cúpula. Inventó un nuevo método de mampostería con ladrillos que se cruzaban y que permitían a la cúpula sostenerse por sí misma. Realmente lo que creó es una doble bóveda.

Consagrada por el papa Eugenio IV, la cúpula se terminó en 1436. y eso que su fachada se encontraba sin terminar. El revestimiento actual, con decoraciones de mármol policromas blanco, verde y rosa, fue realizado por Emilio de Fabris a finales del siglo XIX.

Nosotros tenemos una nueva razón para volver a pasear por Firenze -la maravillosa Florencia-. Era domingo, horario de misas continuas, y el riguroso control de acceso no permitía la entrada de público. Reconozco que aunque traté de engañar al guarda diciendo que entraba a misa, éste no picó. Me dicen y leo que su interior es una belleza. Os lo podré contar en nueva ocasión.

Datos prácticos. Horarios.

Lunes a miércoles y viernes de 10.00 a 17.00; Jueves: 10.00 am-4.00 pm (mayo y octubre), 10.00 am-5.00 pm (julio-septiembre), 10.00 am-4.30 pm (enero-abril, junio, noviembre y diciembre); Sábado de 10:00 a 16:45; Domingos y festivos religiosos: 13.30-16.45; Jueves Santo: 12.30-16.30; Viernes Santo: 10.30am-4.30pm; Sábado Santo: 11.00-16.45.


Los días de apertura y los tiempos de acceso pueden variar dependiendo de las celebraciones religiosas.
Descanso anual: Navidad, 1 de enero, Epifanía y Semana Santa.

Info útil.

Entrada por la puerta derecha de la fachada.
Acceso para discapacitados desde la Porta dei Canonici (lado sur).
Dentro de la basílica es posible encontrar voluntarios de Ars et Fides Firenze que realizan visitas guiadas gratuitas en varios idiomas (10.00-12.00 y 15.00-17.00).
Vista, al atardecer, del conjunto de la Dome: Baptisterio, Basílica y Campanile.
Enlaces de interés:
Enlace de Ars et Fides (voluntarios). Pulsa aquí.
Página oficial del Museo del Domo: Para tickets e info. Pulsa aquí.

Il Campanile se eleva majestuoso 85 metros sobre el Duomo.

Il Campanile de Giotto, como edificio independiente, es la torre campanario de la Catedral de Florencia. Son largas las colas para acceder a ella y eso que es necesario ascender unos pocos escalones para sorprenderte -dicen- con las vistas de la ciudad. He dicho "dicen" porque no pudimos entrar; cuestión que dejamos pendiente para próxima ocasión, y mejor reservando la entrada con anticipación.

Aún así contaros que Giotto comenzó a construirla en 1337 y fue terminada por Andrea Pisano y Francesco Talenti. Son 85 metros de elegancia y armonía en una sólida estructura con ventanas a varias columnas.

Importante info.

Horarios:
Lunes a domingo 8: 30-19: 20 h.
La taquilla cierra 40 minutos antes del cierre.
Descanso anual: Año Nuevo, Semana Santa y Navidad.

Precio:
18,00 € El billete sencillo permite acceder a todos los monumentos del Complejo de Santa Maria del Fiore: la cúpula de Brunelleschi, el campanario de Giotto, el baptisterio de San Giovanni Battista, la cripta de Santa Reparata en el Duomo de Florencia y El nuevo museo de la ópera del duomo.
El boleto debe usarse antes de la medianoche del sexto día a partir del día de la compra.
Se permite el acceso a los monumentos dentro de las 72 horas posteriores al acceso al primer monumento.
Con el mismo boleto no puedes acceder al mismo monumento dos veces.
En línea es posible reservar solo la entrada para la Cúpula.

Panorámica de la Piazza della Repubblica. Pulsar para ver en original.

Tercera parada. La Piazza della Repubblica.

En el corazón de la ciudad, es una de las plazas más grandes y animadas de Florencia. En el centro de la plaza se sitúa la Columna de la Abundancia y en ella se encuentra un pequeño carrusel para los más peques.

Centro del comercio de la ciudad, a partir de la Edad Media, la Plaza de la Señoría representaba el centro político y Plaza Duomo, el religioso. En la plaza estaba el mercado, llamado “Viejo”, a causa de la construcción, por voluntad de Cosme I, de la gran Galería del Mercado Nuevo, que más adelante visitaremos. El Mercado Viejo era, en cambio, un edificio bajo y largo en el que había muchos puestos.
Carrusel instalado en la Plaza de la República.

Durante tan solo 6 años, Florencia fue capital de Italia. De 1865 a 1871. Esta razón llevó a cambiar parte de su aspecto tradicional para seguir una organización urbanística similar a la de París, con amplios espacios y bulevares. La zona que ocupaba el Mercado Viejo, excepto la Columna de la Abundancia, fue completamente derrumbada y, en su lugar, se construyó la actual elegante Plaza de la República, rodeada por grandes palacios, tiendas prestigiosas y con el arco triunfal en cuya lápida está escrito: “El antiguo centro de la ciudad de secular desolación a vida nueva restituido”. En la plaza se encuentran, todavía hoy, algunas de las tiendas y locales más famosos de Florencia, como "Giubbe Rosse", lugar donde se dan cita, desde siempre, literarios e intelectuales.
Uno de los cafés históricos más famosos de Florencia es el Caffè Concerto Paszkowski en la Plaza de la República.

Uno de esos establecimientos es el actual Caffè Concerto Paszkowski (a la espalda de Nuria en la foto superior). Un histórico y famoso café, que comenzó como una cafetería polaca en pleno gueto judiío. Además de sus pasteles, chocolate, cócteles y cerveza se ha reconvertido, desde 1911, por la propuesta de una orquesta musical con la fórmula "Caffè Concerto", acompañando las noches florentinas y animando los espacios al aire libre durante el verano así como el salón de té durante los meses de invierno.
La plaza del Mercato Nuovo en Vía Rossa
Nuria, acariciando el hocico del porcellino para volver a Florencia.

Siguiente parada: la cuarta. En busca del hocico del jabalí en la Plaza del Mercado Nuevo.

Antes de llegar a la Piazza della Signoria, en nuestro paseo por Florencia, se nos interpone la Piazza del Mercato Nuovo, o como ellos dicen el Loggiato del Porcellino en via Porta Rossa. Saliendo por Vía Calimata, llegamos a esta plaza de reducidas dimensiones donde se suelen instalar puestos de mercadillo. Nuestro interés se centra en acariciar el hocico del jabalí para así cumplir con la leyenda urbana. Por supuesto, necesitaremos una moneda. Acariciar su hocico y desde dentro de su boca colocar una moneda que, dejándola caer, debe introducirse -y no es nada fácil- por una rejilla. De conseguirlo, regresarás con seguridad a Florencia.
Panorámica de la Plaza de la Señoría (pulsar en la foto para ver completa)

Quinta parada: la Piazza della Signoria (Plaza de la Señoría), el Palacio Vecchio y el David de Miguel Ángel.

A pocos metros de donde nos encontramos se encuentra otra de las plazas más señoriales de Florencia. Una de las estatuas que más curiosidad atrae a la gente es el poder observar una réplica del David de Miguel Ángel. Esta zona, donde hoy se encuentra la plaza, siempre ha sido muy importante para la ciudad. Ya en la primera época romana aquí se instalaban palacios señoriales, termas y una gran fullonica – instalación para teñir y elaborar los tejidos –, cuyas dimensiones hacen pensar que ya en aquella época el sector textil estaba muy desarrollado en Florencia.
Una réplica del David de Miguel Ángel se encuentra en esta maravillosa Piazza della Signora.
Llegando a Piazza Signoria con el Palacio Veccio y su torre.


Durante la Edad Media, en esta zona se construyeron un baptisterio, una basílica paleocristiana y, donde hoy está el Palacio Veccio (Viejo), un edifico con hacía las funciones de cárcel. En el siglo X, cuando en toda la ciudad se construían altas torres, los antiguos edificios fueron demolidos para aprovechar sus piedras o englobados en las nuevas construcciones. También se construyó, cerca de las torres de los gibelinos Uberti, el Palacio de los Priores.
Parte del lateral, abierto a la plaza, de la Galería Degli Uffizi. Florencia.
Nuria posando delante de la fuente de Neptuno. Piazza della Signoria. Florencia.


Durante siglos, en Plaza de la Señoría se celebraron grandes fiestas públicas e importantes competiciones. Actualmente, en esta espléndida plaza, se pueden ver, además del Palacio de la Señoría, muchas estatuas relacionadas con los acontecimientos más importantes de Florencia, como el monumento ecuestre de Cosme I, de Giambologna, la preciosa fuente de Neptuno, esculpida por Ammanati, la copia del Marzocco de Donatello y, como ya hemos repetido mención, la del David de Miguel Ángel (los originales actualmente están en el Bargello y en la Galería de la Academia, respectivamente).
Entrada principal al Palacio Vecchio. Florencia

El Palazzo Vecchio y la Torre de la Vacca.

¡Has leído Veccio! ¿Estás deseando llegar y conocer su famoso puente? Tranquilo. Llegaremos no sin antes realizar una pequeña visita a otro famoso Vecchio: su palacio. Este famosísimo recinto ha tenido diferentes nombres, dependiendo de los cambios políticos que había en Florencia. Al principio se llamaba Palacio de la Señoría (igual que la plaza actual), después, Palacio de los Priores, luego, Palacio Ducal y, hoy, Palacio Viejo, Vecchio en italiano. Fue construido entre 1299 y 1314 para dar un lugar digno a los cargos máximos del gobierno de la ciudad: El “Gonfaloniere” de Justicia y los “Priores” de las Artes, representantes de los gremios que habían obtenido el poder en 1282.
Conjunto escultórico del Palacio Vecchio. Florencia.
Interior planta baja del Palacio Vecchio.

Fue proyectado también por Arnolfo di Cambio, que recordaréis ya estaba ocupado con la construcción de otras obras importantes, como la catedral de Santa María Fiore, la de Santa Croce, que más adelante visitaremos, y las nuevas murallas. Por ese motivo, y para ahorrar tiempo y dinero, diseñó el palacio aprovechando los cimientos de los muros perimétricos de los edificios anteriores. El palacio refleja el estilo austero de las estructuras fortificadas medievales. La majestuosidad del edificio la da, sin duda, la Torre de la Vacca, de 94 metros, que está alineada con la balconada salediza.
Frescos en patios y bóvedas del Palazzo Vecchio.

El palacio ha sido reformado varias veces. La más importante se llevó a cabo en 1494, una vez que fueron expulsados los Médicis de la ciudad, se proclamó la república y se creó un consejo del pueblo en el famoso Salón de los 500, capaz de acoger a todo el consejo, compuesto por 1500 miembros en tres sesiones.

Posteriormente, ya en 1540, se realizaron nuevas e importantes obras, año en que el Gran Duque Cosme I de Médicis se mudó para vivir aquí con toda la familia.

La entrada completa al recinto ya os digo -a marzo de 2022- asciende a 12,50€ por persona. Es posible acceso gratuito solo a la planta baja.
Vista lateral del famoso Ponte Vecchio sobre el río Arno. Florencia

Sexta parada. ¡Por fin, el Puente Vecchio sobre el río Arno!. El puente de los orfebres y joyeros.

No es muy conocido el nombre del río Arno, que divide a la ciudad en dos, sin embargo la historia de Florencia está plenamente relacionada con él. Y, como no, los puentes. Artísticamente, los más famosos son el característico Puente Viejo (Vecchio) y el Puente de Santa Trinità (según el recorrido que estamos utilizando a la derecha de Vecchio). Otros puentes, por orden de importancia, son Puente alla Carraia y Puente alle Grazie. Este último le utilizaremos más tarde en nuestro recorrido que continuará por la Piazzale Michelangiolo y la Santa Croce. Pero, vayamos ahora a lo que nos importa.
Adentrándonos al Ponte Vecchio. Florencia.
Tiendas, la gran mayoría de joyería, se ubican a ambos lados del pasaje del Puente Vecchio. Florencia.

Como era de esperar a rebosar de gente, al igual que sucede con el de Rialto, en Venecia, el puente Vecchio es el más antiguo y famoso de la ciudad. Cruza el río Arno en su punto más estrecho y, justo en esta zona, ya en el siglo I, los romanos habían construido un puente de madera.

La idea original para su reconstrucción como en la actualidad, allá por el 1345, fue que se utilizase como un puente-mercado. De ahí las filas de tiendas a ambos lados. El proyecto fue realizado por los arquitectos Taddeo Gaddi y Neri Fioravanti.
Imagen donde se aprecian parte de los puntales de las viviendas superiores.
Desde el mismo centro del Puente Vecchio, al fondo, lo que se divisa es el Ponte allí Grazie.

En 1495, la tiendas se privatizaron vendiéndose a particulares. Éstos, para agrandarlas, cambiaron la estructura original del puente añadiendo habitaciones que con las que sobresalen sobre el río, sostenidas por puntales de madera. Fijaros bien porque son perfectamente apreciables.
En 1565, el arquitecto Giorgio Vasari, por voluntad de Cosme I, construyó el "Corridoio Vasariano" (el Pasillo de Vasari), en tan sólo cinco meses. Se trata de una estructura-pasillo, de más o menos un kilómetro, que va por encima de la ciudad y que une Palacio Viejo, el centro político de la ciudad, con Palacio Pitti, que era la residencia de los Médicis, pasando por la Galería de los Oficios, el “Lungarno Archibusieri”, sobre las tiendas del lado este de Puente Viejo y alrededor de la torre “dei Mannelli”.
Un sprtiz prestado para la ocasión nos permitió esta imagen con el Ponte Vecchio al fondo. Florencia.
Imagen del Ponte Vecchio desde el Ponte de S. Trinitá, uno de los más bonitos de Florencia.

En un primer momento las tiendas fueron utilizadas por pescaderos, carniceros y curtidores. Fue Ferdinando I, que no soportaba los olores desagradables bajo las ventanillas del Pasillo de Vasari, que ordenó que se las entregaran a joyeros y orfebres. Desde entonces, en el puente sólo hay maravillosas y pequeñas joyerías. En el centro del puente, hay un monumento a Benvenuto Cellini, el orfebre florentino más famoso.

Durante la II Guerra Mundial fue el único puente de Florencia que el fuego alemán no había destruido y, sobre todo, permitió a muchos florentinos, disidentes políticos y judíos ponerse a salvo.
Fotografiarlo entero, de frente, te será posible por un lado desde el Ponte de S. Trinitá, y del otro, desde el Ponte All Grazie. Para las fotos, escalar los muros de una de las riberas del río, ya para algunos de cierta edad, se nos hace imposible.
Plaza Michelangelo es la terraza panorámica más famosa de Florencia y meta obligatoria para los turistas. Vista panorámica. Pulsar para ver original.

Atravesar el Ponte Vecchio para llegar a nuestra penúltima parada: la Piazzale de Michelangiolo. El mirador de Florencia.

Una vez que hemos atravesado el Ponte Vecchio, decidimos ir caminando tranquilamente (como lo hemos hecho en todo este recorrido) en dirección a el Ponte alle Grazie, por la misma ribera del Arno. Dejamos para nueva ocasión la visita al Palazzo Pitti y a la Iglesia del Santo Spirito. La verdad, nos hemos dejado bastantes más cosas de visitar en Florencia, motivo por el que -seguro- tendremos que volver.
La empinada subida, a base escalones o de senda, queda fácilmente olvidada cuando se disfrutan de estas vistas.

Pasado el Ponte alle Grazie todavía debemos seguir caminando en un trayecto de unos 15 minutos hasta la Piazza G. Poggi. Desde allí, ya a nuestra derecha, veremos la curiosa Torre S. Niccoló y su puerta que es la que nos indica el acceso y el ascenso a la Plaza de Miguel Ángel. De nuevo podremos deleitarnos gratuitamente de otra reproducción de la gran obra del maestro.

Una de las muchas vistas que podemos observar desde el mirador.
En el centro de la plaza, el David de Miguel Ángel.

La plaza fue construida en 1865 por Giuseppe Poggi, como homenaje a Miguel Ángel. En el centro de la plaza están las copias del David y de las cuatro estatuas de Miguel Ángel presentes en las Capillas de los Médicis.

Desde aquí es posible ver buena parte de la belleza de Florencia encarnada por sus monumentos: la Catedral, la torre del Palacio Viejo, Santa Croce, Puente Viejo, el Bargello.
Fachada De la Iglesia de Santa Croce. A la izquierda, la estatua dedicada a Dante.

Octava y última parada de nuestro particular itinerario. La maravillosa plaza e iglesia de Santa Croce.

Descendemos por el mismo camino antes andado hacia el río Arno. Nuestro siguiente destino es la Piazza de Santa Croce. Llegaremos de nuevo, a nuestra izquierda, hasta el Ponte alle Grazie (también lo podríamos hacer, a la derecha para atravesar el Ponte S. Niccoló) y lo atravesaremos. Siguiendo el margen del río, una vez que nos topamos con la fantástica fachada de la Biblioteca Nacional, bordeándola, a su espalda, se encuentra otra joya florentina: la Plaza de Santa Croce y su impresionante iglesia y museo (previo pago de entrada).

En la amplia plaza, de forma rectangular y con elegantes palacios del siglo XVI, destaca la fachada de mármol de la iglesia con el mismo nombre. A su lado izquierdo según la vemos se encuentra la estatua de Dante Alighieri, el gran poeta florentino autor de la “Divina Comedia”.

Una zona, que era pantanosa en el siglo XIII, viene a reconvertirse en plaza de mercado y ferias; fiestas y torneos de caballería. Sobre todo los que se organizaban para celebrar los compromisos de Lorenzo de Médicis y su hermano Giuliano con sus respectivas mujeres.

La Iglesia de la Santa Croce, sus patios y su museo es una auténtica maravilla de arte.

Fueron los dominicos quienes encargaron al todo presente Arnolfo di Cambio la ampliación de la pequeña iglesia que en 1200 fundaron. Su interior, con una estructura de tres naves, y queriendo reflejar el sentido de sencillez y pobreza de la orden, tiene una planta desnuda.
Con amplias ventanas que iluminan los frescos de las paredes, originales de Giotto, en su parte posterior hay muchas capillas dedicadas a familias burguesas y adineradas de Florencia.

Santa Croce se hace especialmente famosa por tener las sepulturas de muchos artistas famosos, como Miguel Ángel Buonarroti, Galileo Galilei, Maquiavelo y Ugo Foscolo. También hay un cenotafio de Dante. El gran poeta, que injustamente tuvo que exiliarse en 1301, murió en la ciudad de Ravena, que siempre se ha negado a devolver los restos del poeta a su ciudad natal.

En el sepulcro de Miguel Ángel es interesante observar, como proyectó Vasari, las estatuas de la Pintura, la Escultura y la Arquitectura.

Tengo la intención de hacer un post más amplio y específico de este lugar. Mientras, además de la información aportada, os dejo el enlace a su web oficial.
Jardines del primer claustro de Santa Croce

Damos por finalizado este precioso paseo por Florencia, por amor al arte. Encaminamos nuestros pasos de vuelta en dirección a nuestro origen: La Piazza de Santa María Novella. Lo hacemos tranquilamente descubriendo nuevos palacios y plazas, como el de Barguello, en la Piazza S. Firenze, o la Casa de Dante en plena Vía dello Studio. Bien por aquí, o por Vía Proconso, ambas con mucho ambiente comercial, nos dirigen de nuevo al Duomo. De ahí a la Capilla de los Médicis, en San Lorenzo, es el último paso para llegar y disfrutar de una buena y cara cerveza italiana sentados en una de las terrazas de Santa María Novella.

Florencia nos verá de nuevo las caras. Nos hemos dejado lugares que visitar pero espero que esta intensa guía, de un día en esta preciosa ciudad, os pueda servir de ayuda para quienes no la conozcáis. ¡Ciao, bella Firenze!
Mapa que utilizamos y donde podrás ver nuestro recorrido a pie por Florencia.

Por si quieres seguir curioseando por el blog -será un placer que lo hagas- pulsa aquí para leer todo lo publicado sobre Italia.

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