La espectacularidad y la belleza de toda la Costa Vasca, con pueblos y rincones modelados por el mar, tiene como punto final de este recorrido Hondarribia. Sin embargo San Sebastián, la preferida de la reina María Cristina y balneario por excelencia de toda la costa cantábrica, tiene una singularidad especial.
Texto y fotos por ©José Manuel Beltrán.
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SAN SEBASTIAN DE NOCHE |
Iniciamos el asalto pacífico a los montes Kukuarri, Mendizorrotz e Igueldo, único obstáculo que se interpone entre Orio y San Sebastián. El agua discurre tranquila y serpenteante por los meandros que conforma la ría. La ciudad balnerario por excelencia de toda la costa cantábrica asoma ya a nuestra vista. No es de extrañar que la realeza, la aristocracia y la burguesía europea eligieran en el siglo XIX esta zona para sus vacaciones, que no solo por la belleza de sus paisajes sino, también, por las cualidades terapeúticas de sus aguas.
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BAHIA Y PLAYA DE LA CONCHA |
San Sebastián se encuentra a la vista. En sus tiempos, esta modesta plaza militar con vocación pesquera se ha convertido en una ciudad turística y cosmopolita. Sus edificios y paseos no hacen más que resaltar la belleza de su bahía. En su puerto pesquero nos encontraremos excelentes asadores de pescado; y en su parte vieja, multitud de restaurantes y bares para degustar sus famosos pintxos. Estamos en una zona que presume tener la mayor cantidad de estrellas Michelín por habitante.
En la preciosa playa de la Concha, en la que como un ritual acuden buena cantidad de personas para darse un chapuzón todos los días del año, nieve o truene, se instalan pequeñas casetas engalanadas con sus toldos blanquiazules, al albor de las Casetas Reales, que la reina María Cristina hizo construir para preservar su intimidad. En 1.911 fueron sustituidas por la Casa de Baños, que aún sigue en pie.
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PEINE DEL VIENTO. CHILLIDA |
La Catedral del Buen Pastor, el Aquarium, el museo Naval, la escultura del Peine del Viento, obra de Chillida, la isla de Santa Clara, sus bellos paseos que recorren su litoral; todo ello dominado por el Monte Igueldo. En esencia, un espectáculo disgno de admirar.
Al otro lado del Monte Ulía, que pone fin a San Sebastián por el este, desemboca otra ría, la de Pasaia. No es necesario dar un rodeo por tierra, de aproximadamente unos seis kilómetros. La opción más bonita, antes de acercarse hasta el Faro de la Plata, es llegar a Pasai Donibae a través de lancha motora que parte desde Pasai San Pedro y empaparnos de la esencia de estos bellos puertos pesqueros. Pasai Donibae, con sus coloridas casas, solo tiene una calle, cerrada al tráfico y empedrada, que cruza varios túneles y en la que en su tiempo, Víctor Hugo, pasó temporadas.
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PASAI DONIBAE |
A muy poca distancia Lezo mantiene un bello casco antiguo en el que sobresale la Iglesia del Santo Cristo. En su interior nos encontraremos con algo curioso; una imagen de la época bizantina de Cristo con un rasgo estético singular: no tiene barba.
Seguimos nuestro recorrido a lo que es ya nuestro destino y punto final, no solo de esta etapa, sino de todo nuestro recorrido por la Costa Vasca desde que salimos, hace ya días, desde Muskiz en el extremo más occidental de Bizkaia. Murallas, palacetes y casas blasonadas conforman el casco medieval de una de las localidades más bellas de toda Euskadi: Hondarribia.
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HONDARRIBIA |
Procuraremos llegar desde el Monte Jaizkibel, desfilando junto al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe quedando a la vista una excelente panorámica de la Bahía de Txingudi. A vista de pájaro de la vecina localidad francesa de Hendaya, separada solo por un brazo de agua, nos adentraremos en sus dos partes diferenciadoras de la localidad: el barrio de la Marina y su zona medieval en la que destaca sobremanera la Plaza de Armas, el castillo de Carlos V y la iglesia gótica de Nuestra Señora de la Asunción.
Será 8 de setiembre. En esa fecha se conmemora una de sus principales fiestas: el Alarde. Una celebración que, con mucha elegancia y 4.000 escopeteros perfectamente uniformados y divididos por compañías, recuerda la victoria sobre Francia, allá por el siglo XVII. Esperamos sobrevivir a tal estruendo y, de hecho, el hotel elegido para nuestra parada y fonda se encuentra a las afueras de la localidad. Pero de esto, os ampliaremos información a nuestra vuelta.
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EL ALARDE. HONDARRIBIA |
Acaba aquí nuestro proyecto de recorrido; mañana, a muy primera hora y desde el aeropuerto de Málaga, partiremos hacia Bilbao para continuar en coche de alquiler hasta Mutriku, donde pernoctaremos e iniciaremos nuestro recorrido final. Durante 8 días, a pesar de las previsiones del tiempo que nos anuncian, disfrutaremos de sus paisajes, gastronomía y, sobre todo, de su gente. Ya el día 13, sin más agobios y para reposar de tanto trasiego, regresaremos a Málaga, desde Bilbao, en el Gran Mistral: barco de cruceros de la compañía Iberocruceros (ya extinta). Por lo demás, y hasta la vuelta, solo desearos: salud, ciudadanos viajeros.
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De viaje por la Costa Vasca (I). De Muskiz a Bermeo.
De viaje por la Costa Vasca (II). De Bermeo a Mutriku.
De viaje por la Costa Vasca (III). De Mutriku a Orio.
Nieves LM escribió
septiembre 7, 2013
Precioso viaje José Manuel, ojalá algún día pueda ir. Besos.
cincuentones escribió
septiembre 14, 2013
Has montado un recorrido precioso, hace años visitamos la Costa Vasca en agosto y coincidimos con la semana grande de San Sebastián. Con tus relatos nos han entrado unos enormes deseos de volver a contemplar esta bella tierra con su costa agreste, sus magníficas playas y su sabrosa gastronomía. Feliz viaje.
José Manuel Beltrán López escribió
septiembre 17, 2013
Hola, Nieves. Tu estás muy cerca de eso del "querer es poder". Yo estoy seguro que pronto lo intentarás. Gracias por tu aportación, ciudadana.
José Manuel Beltrán López escribió
septiembre 17, 2013
Queridos cincuentones,
Tu también lo has resumido muy bien. Acabamos de llegar y todo, absolutamente todo, ha sido como esperábamos. Sin duda volveremos. Gracias por tu aportación.