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Rutas con encanto

Funchal, en busca del arte mal denominado «callejero»

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En muchas ocasiones, la reconversión de las zonas más degradadas de la ciudad no han sido encomendadas a los técnicos, sean estos arquitectos, ingenieros, paisajistas o diseñadores. Tan solo hace falta acudir a los artistas, mal llamados callejeros, para que estas zonas vuelvan a ser apetecibles para el público.

En Funchal tenemos una prueba más de ello, y es por estas iniciativas cuando el arte se convierte, de verdad, en atractivo popular. 

Texto y fotos por José Manuel Beltrán

Es este mi primer artículo sobre Funchal, en la isla de Madeira, y me alegro que sea así aunque, dar por seguro que habrá algunos más. Me alegro, digo, porque una de las características de este blog es la de difundir -diría mejor, incentivar- a conocer curiosidades y atractivos de los lugares que visitamos más allá del propio recorrido turístico.

Siempre me ha llamado mucho la atención las manifestaciones artísticas -en mi opinión mal denominadas "callejeras"- porque el arte no tiene lugar ni espacio. Funchal reúne estos atractivos y más en concreto en el núcleo histórico de Santa María, donde se ubica el afamado Mercado dos Lavradores, que data de 1.940. Pero, no es ahora nuestra atención este bello mercado sino más bien sus calles adyacentes.

El Barrio Velho (el Barrio viejo), cuya calle principal está representada por la Rua de Santa María, fue hasta hace poco un lugar degradado, poco recomendable en su tránsito y largamente olvidado. Hoy en día, es en esta zona donde se ubican infinidad de tabernas y tascas, restaurantes, bares con el sonido del fado y, además, infinidad de galerías de arte, talleres de artesanía e, incluso, hasta locales de teatro alternativo.

Uno de los proyectos "culpables" de esta transformación lo representa "Arte Portas Abertas". Extendido a más calles aledañas (Rua dos Barreiros, Travessa das Torres y Joao Caetano, la Calcada do Socorro, Rua do Corpo Santo, la de Don Carlos I, la Travessa do Pimenta y las Ruas de Aspirante Mota Freitas y la Portao Sao Tiago), aunque la mayor parte se concentran en la Santa María el objetivo a cumplir es "abrir la ciudad hacia los eventos artísticos y culturales".

Para ello los artistas eligieron algo muy simple: las puertas de las casas, de las tiendas abandonadas; de aquellas que, por su descuido, daban una imagen que nada tiene que ver con la acogedora ciudad. Así que, manos a la obra.
En agosto de 2010 se realizó la primera intervención, en el número 207 de la Carreira de Funchal, a pesar de la desconfianza y reticencia de los moradores de la calle. Un "impass" de casi ocho meses lleva por fin, el 6 de abril del 2.011, a pintarse la primera puerta, en el número 77 de la Rua de Santa María por el artista Marcos Milewski, tardando más de un mes en finalizarla.

Lo que antes era un entorno descuidado se ha convertido, de la noche a la mañana, en un atractivo museo al aire libre gracias a la aportación de los artistas locales. El atractivo de las puertas ha atraído a numeroso público, ya no solo turistas, antes reticente a pasear por estas calles. Respetando siempre el gusto artístico del autor, algunas de las formas dibujadas son, además de coloridas, de un fuerte impacto visual por su originalidad.

Realismo, fantasía, color, luz, ilusión, vida.... el arte, mal denominado "callejero", es capaz de revitalizar entornos más allá de los gustos clásicos para ser observados: la calle es el mejor lugar donde ubicar un museo para el pueblo.. Funchal ha cumplido con su cometido.

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COMENTARIOS

  • Jesús Romano Sebastián escribió

    diciembre 16, 2017

    INTERESANTE ARTÍCULO…. Como todos a los qué nos tienes acostumbrados…..
    Según iba leyendo, iba pensando, qué incluso habiendo estado en el famoso mercadillo de Los Labradores, nunca me he percatado de ese bonito arte cajjejero, me imagino qué llamado así por desarrollarse en las calles y puertas de edificios abandonados… Y tal es mi sorpresa al leer qué la 1ª puerta qué se pintó fué en el año 2010. Precisamente en ese año, fué la última vez qué estuve en Funchal, haciendo escala en un crucero de Fin de Año, a bordo del malogrado Costa Concordia…..Asi qué mis motivos han aumentado para volver a visitar Funchal, es decir admirar el arte calllejero y bajar en los cestos je je je
    Saludos Ciudadano Viajero, por tus interesantes y siempre ilustrativos artículos de viaje.

    Responder
    • José Manuel Beltrán escribió

      diciembre 29, 2017

      La verdad es que resulta muy curioso, a la vez que agradable, como se ha regenerado un barrio antes bastante denigrado. Cada vez más me gusta eso que se denomina «arte callejero»; la verdad es que el arte siempre será arte, a pesar de todos los calificativos y/o tendencias que queramos ponerle. Funchal, desde luego ha sabido sacarle provecho. Gracias por tu comentario, Jesús.

      Responder

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