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Holanda, un destino ideal para viajar con niños. Ruta de 5 días (parte I)

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Holanda es un paraíso para los niños, así lo afirman diversos estudios de organismos internacionales, entre ellos Unicef.

En este país existe una conciencia muy desarrollada de la vida familiar, con ciudades muy vivibles, transitables a pie, en bici o en transporte público, ciudades que son un modelo de urbanismo. Por estas razones y otras más que vamos a descubrir es  por lo que titulamos este artículo: Holanda, un destino ideal para viajar con niños.

 

Texto y fotos por ©Marcos Beltrán.

 

Como cada año, allá después de las festividades de navidad comenzamos con la preparación de las vacaciones de verano. En nuestro caso, y mientras sea posible, las vacaciones estivales resultan ese punto de fortalecimiento, de esa mayor unión familiar que se necesita en una casa. 

Realmente se ha convertido ya en una tradición. No sólo se trata de pensar en posibles destinos, algo que recomiendo hacer con los más pequeños, sino que jugando con el mapa, soñamos y contamos historias de cada uno de los sitios que se nos puedan ocurrir.  Una vez hemos decidido el lugar de destino, el juego y la incertidumbre se desvía al ir desvelando pistas cada semana de forma que la ilusión de los más pequeños vaya creciendo y descubriendo cosas que luego veremos en el pais. ¿Jugáis?

  1. “A pesar que tiene a las personas de media más altas, es un país muy bajito”: seguro que lo habréis adivinado en seguida, estamos hablando de Nerderlanden –Tierras Bajas, que recibe su nombre porque una parte del norte y oeste del país se encuentra por debajo del nivel del mar. 
  2. “A su capital de la conoce como la Venecia del norte”. Amsterdam, es una ciudad muy especial. Allá donde miremos encontraremos detalles curiosos que descubrir. Más de 100 kilómetros, y un total de 160 canales atravesados por más de 1200 puentes, conforman el centro de la capital. 
  3. “Las familias viven en casa flotantes”. En sus canales podréis contemplar las distintas casas flotantes, antiguos barcos, o ya nuevas estructuras con todos los detalles y comodidades posibles. Algunas de ellas con posibilidades de alquiler para disfrutar de esta curiosa forma de pernoctar.
Holanda, destino ideal para viajar con niños. Casas flotantes

Casa flotante junto a las famosas casas inclinadas de Amstel (Amsterdam). Foto: MB

Como ya habréis podido adivinar, este año decidimos realizar nuestra esperada escapada familiar de agosto a Holanda, a la que también se denomina los Países Bajos. Hace ya más de 30 años realicé este mismo viaje cuando yo era solo un niño, con mi padre, algo que recuerdo con mucho cariño. Y bien sea por crear una tradición, bien sea por intentar que mis hijos y mi mujer tengan la posibilidad de vivir algo que para mi fue tan especial, es por lo que hemos elegido este destino.

Holanda es un paraíso para los niños, lo afirman diversos estudios de organismos internacionales, entre ellos Unicef. En este país hay una conciencia muy desarrollada de la vida familiar, con ciudades muy vivibles, transitables a pie, en bici o en transporte público, ciudades que son modelo de urbanismo.
Paseando por el centro de Amsterdam. Foto: Martin Beltrán (8años). Pulsa para ver en tamaño original.
Lo primero en un viaje con niños es tener claro que todos debemos hacer un esfuerzo por adaptarnos y combinar tanto actividades culturales como de ocio, siempre adaptadas a los más pequeños. Como nuestros hijos tienen ya edad para aguantar algo de visitas a las ciudades, buscamos un Holiday Resort que estuviera céntrico en el pais. Fue fácil pues Holanda tiene una excelente red de carreteras y vías férreas que facilitan mucho el traslado.

En nuestro caso tras revisar varias webs nos decantamos por De Eemhof (Flevoland) CenterParc (en su web podéis ver varias opciones CenterParcs.com). Un resort con bungalows en medio de la naturaleza que contaba con un centro acuático cubierto, algo que les encanta a los más pequeños. Bueno a los mayores también, he de confesarlo. Así es como desde nuestra base pudimos organizar las distintas visitas al país que os vamos a contar.
Para moverse por el resort lo mejor era coger las bicicletas. Foto: Marcos Beltrán. (Pulsar para ver imagen al completo)

De forma que pudiésemos aprovechar nuestra semana en Holanda, alquilamos un coche para toda la semana y así teníamos la opción de realizar una excursión por día, de forma que era posible llegar por la tarde para que los niños (y no tan niños) pudiéramos disfrutar del parque acuático. Y Esta fue nuestra ruta:

Día 1: Madurodam + Playa Scheveningen.

Uno de los destinos ineludibles para los más pequeños en Holanda es sin lugar a dudas el Parque de Madurodam, situado en la localidad de Scheveningen, La Haya. Se trata de unas excelentes representaciones de los distintos edificios y ciudades neerlandeses, a escala 1:25 (Madurodam.nl). En Agosto el horario de apertura es de 9h - 20 horas.
Panorámica de la entrada principal del parque. Foto: Ángel Beltrán (11años). Pulsar para ampliar.

El parque cuenta también con atracciones que cuentan la historia de este país a los más pequeños -disponible en holandés e inglés- (el segundo idioma del país es el inglés, hablado con normalidad por el 85% de la población).
Por ejemplo, una atracción muy interesante se introduce en la historia de la Nueva Amsterdam. En ella se explica la llegada de los colonos holandeses a tierras americanas allá por el siglo XVII.
Había que interactuar y disparar algunos cañones. Foto: Marcos Beltrán. (Pulsar para ver en tamaño original)

Después pasar una estupenda mañana en el parque decidimos que podíamos aprovechar para ir a comer, y ver una de las playas y paseos marítimos más famosos del país: la playa de Scheveningen. A su vez es una de las zonas más visitadas de Holanda al poder acceder a ella en transporte público. Si vas en coche te recordamos que es conveniente dejarlo en alguno de los parkings, ya que el estacionamiento en la calle (de pago) solo es viable durante 1 hora como máximo.
Muelle Scheveningen, con la noria al fondo. Foto: Marcos Beltrán. (Pulsar para ampliar)

Además de la playa, hay una amplia oferta de ocio y restauración. Desde el muelle se puede aprovechar para pasear por el centro comercial situado en su parte inferior, montarte en la noria y, para los más atrevidos, subirse a una tirolina de más 300 metros. ¡Ah, y también desde el muelle podrás ver el impresionante hotel Kurhaus que domina el centro del paseo marítimo.
Hotel Kurhaus. Foto: Martin Beltrán (8 años). Pulsar para ver original.

Día 2: Amsterdam, la capital.

Amsterdam, es una ciudad para dedicarle una vida, si bien en esta ruta que organizamos con nuestros hijos pudimos hacernos una idea bastante profunda de lo que es esta vibrante ciudad.
Llegamos en coche y lo dejamos aparcado en el parking de la plaza de los museos (Q-Park, nos costó 55€ el día completo). Al ser esta una ubicación bastante cercana al centro nos daba la posibilidad de comenzar nuestra visita por el Museo Van Gogh (recomiendo reservar las entradas en vangoghmuseum.nl con anticipación ya que si no te puedes quedar con las ganas). Luego también puedes ver alguno otro mucho más vanguardista como el Moco Museum.
En la misma plaza de los museos puedes pasar por una enorme extensión de césped, donde es habitual ver a los jóvenes disfrutar de las tardes soleadas.
Vista del paseo por la Museumplein, hasta llegar al Van Gogh Museum. Foto: Marcos Beltrán. Pulsar para ampliar.

Tras la visita cultural a los museos, al final de la plaza pasas junto a una de las famosas logotipos de Iamsterdam, momento en que debes conseguir espacio suficiente entre todos los turistas para hacerte una foto. Después nosotros seguimos caminando bajo el edificio del Rijksmuseum (recuerda ir por la acera ya que el centro del túnel es para el paso de las bicicletas), para adentrarnos por fin en el centro de la ciudad.
Entrada al Rijksmuseum. Foto: Marcos Beltrán. Pulsar para ver en tamaño original.

A partir de este punto te puedes perder por los distintos canales y descubrir la cuidad, sus edificios, sus barrios y calles.
Para hacer mucho más amena la visita a los más pequeños la siguiente parada fue el Ripley’s Believe it or not (puedes encontrar ofertas combinadas de entradas en Tours&Tickets). Es este un museo sobre las curiosidades que el explorador Mr. Ripley fue encontrando en sus más de 80 viajes alrededor del mundo.
Detalle de animales increíbles en Ripley’s Museum. Foto: Ángel Beltrán (11años). Pulsar para ver original.

Llegó la hora de la comida. La verdad es que en Amsterdam es muy fácil solventar este apartado, y más con niños. Podréis tomar una comida rápida en cualquiera de los innumerables restaurantes que os vais encontrando por el camino. Eso sí, en el caso que os gusten las hamburguesas os recomendamos ir a Geflipt (VanWoustraat, 15).Aquí hay que pedir la “original”. ¡No habréis probado nada igual!
Sin palabras ... solo probarla.

Para ir a nuestra siguiente visita cogimos un barco por los canales que nos llevó al Maritime Museum. Allí es en donde puedes adentrarte en una réplica de un barco antiguo, y realizar una experiencia de realidad virtual 3D. Totalmente recomendable para los pequeños.
Maritime Museum Foto: Marcos Beltrán. (Pulsar para ver original)

Casi ya sin tiempo, ya que se nos iba la hora, (recordar que en Holanda se desayuna, come y cena en horario, ese que se llama europeo) tuvimos que coger un taxi a nuestro siguiente destino. Tener en vuestra memoria que los taxis y vehículos VTC son los de las placas de matrícula azules.

El siguiente sitio a conocer fue la Heineken Experience, donde pudimos aprender cómo se elabora “una de las mejores cervezas del mundo”. No en vano Holanda es la primera potencia exportadora de cerveza del mundo.
No creáis. Esta es también una visita interesante para los pequeños aunque, lógicamente, no van a poder efectuar ninguna degustación.
Heineken Experience. Foto: M.Beltrán.

No todo es visitar museos, es hora de merendar y que mejor que disfrutar de las famosas Pancakes, justo al lado de Heineken podéis ir al Carrusel Pancake donde podréis tomar una de las mejores crepes de Amsterdam.
De Carrousel, H.M. vanRandwijkplantsoen, 1. Foto: Marcos Beltrán. (Pulsar para ampliar)

El día esta acabando y que mejor que disfrutar de un paseo por los canales de Amsterdam al atardecer. No tendréis que andar mucho, justo al lado del casino está una de las paradas de los barcos nocturnos.
Junto con mi hijo Martín en el barco. Foto: Ángel Beltrán (11años).

Para los niños esta actividad supone un poco de descanso después de un día muy intenso. Estos barcos disponen de una audio-guía en más de 20 idiomas, así que no podrás perderte ningún detalle de cada uno de los rincones y canales de la ciudadela. Por supuesto, disfrutar de un atardecer tal y como puedes ver en la imagen, resulta también relajante.
Atardecer con la catedral de Amsterdam y el Restaurante Chino flotante más grande de Europa. Foto: Marcos Beltrán. (Pulsar para ver original)

No te olvides que todavía tenemos una segunda parte porque nuestro viaje no acaba aquí.

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1.-Holanda, destino ideal para viajar con niños. Ruta de 5 días. Parte II.

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