Nos quedamos a medias en al artículo anterior (Lisboa I) porque esta preciosa ciudad da para mucho más, así que …. continuemos paseando y conociendo Lisboa.
Texto y fotos por ©José Manuel Beltrán.
Ya hemos comentado, creo yo, que al llegar a Lisboa lo mejor es dejar el coche bien aparcado. La mejor forma de conocer esta bella ciudad es patearla, pero claro también comprendo que os váis a cansar. Así que, tenéis dos opciones: el taxi (muy recomendable y realmente barato) o el tranvía. Desde la Plaza Figueira podéis tomar el popular y afamado tranvía 28, que os llevará hasta el Largo das Portas do Sol, donde se pueden observar desde el mirador de Santa Luzia unas estupendas vistas de Lisboa y el Tajo. Realmente, solo queda subir una callecita y estáis en las puertas del Castillo de San Jorge: la cima de una de las siete colinas de Lisboa.
Fue después de la conquista de Lisboa, en 1.147, cuando el rey Alfonso Henriques mandó levantar este castillo como residencia de la Familia Real portuguesa. Después, en 1.511, el rey Manuel I ordena construir un palacio más lujoso en el solar de la actual Plaza do Comercio destinando el Castelo Sao Jorge a las funciones de prisión, teatro y almacén de armas. El terremoto de 1.755 deterioró las murallas hasta que, en su reconstrucción, Salazar lo reforma haciendo de él zonas ajardinadas. Representa una visita obligada si estás en Lisboa.
Nuria Gonzalez escribió
mayo 12, 2011
Lisboa encantador, volveremos ¿ verdad ?
Tu blog no ha sido todavía bien descubierto ya que da detalles que muy pocos lo tienen. Estupendo ciudadano. Besitos…