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Recorrido a pie por el centro histórico de Ciudad de México.

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Un punto clave del centro histórico de Ciudad de México lo es la Plaza de la Constitución, popularmente conocida como «el Zócalo», una de las más grandes del mundo y donde ondea la enseña nacional.

Distinguida en 1.987 por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, es este un buen punto de partida para descubrir algunos de los tesoros culturales más apreciados de la nación así como verdaderas joyas de la arquitectura. Preparados para visitar el centro histórico de Ciudad de México.

 

© Texto y fotos: José Manuel Beltrán.

 

El Centro Histórico de la Ciudad de México es inmenso: el mayor y más emblemático de toda América Latina. En una superficie de casi 10 kilómetros cuadrados, en sus 668 manzanas se aglutinan alrededor de 1.500 edificios, muchos de ellos catalogados como históricos o artísticos. Es un continuo ir y venir de personas, curiosamente donde aprecio mucha juventud, y donde se hace imposible abstraerse a la admiración de la arquitectura de todo el entorno. Todo él es un excelente resumen de la historia, donde quedan perfectamente señaladas las épocas prehispánica y colonial, así como la independiente y moderna de este mi otro gran país querido y hermano.

El apelativo que se le ha dado a Ciudad de México, y que no es otro que «Ciudad de los Palacios», no es fortuito. Las calles del Centro Histórico se encuentran formadas por edificaciones coloniales que la han hecho merecedora de este sobrenombre.

.Plano del Centro Histórico de la Ciudad de México.

La imponente Catedral Metropolitana de la Asunción de la Virgen María.

La Catedral Metropolitana.

Sus grandes dimensiones (aproximadamente 59 metros de ancho, 60 metros de altura, que llegarían a 67 si contamos hasta la punta de las torres, y 128 metros de largo) la hacen ser la Iglesia-Catedral más grande toda la América Latina, siendo el principal centro religioso del entonces Virreinato.

La conquista de Tenochtitlán por Hernán Cortés, dio lugar a la construcción de una primera iglesia sobre lo que ya era un templo dedicado al dios Quetzalcóatl, en el lugar del Templo Mayor de Tenochtitlán. No fue hasta 1.573, cuando las autoridades eclesiásticas de la corona española mandan construir la Catedral, semejante a la de Salamanca e incluso a la de Segovia.
Los tres siglos que tarda en construirse, hasta 1.813, da lugar a una fusión de diversos estilos según la época: neoclásico, barroco en las portadas y hasta churrigueresco. Con piedra de cantera gris, cuenta con cinco naves y 16 capillas laterales. En su interior destaca sobremanera el Altar de los Reyes, el del Perdón, el órgano monumental que data del siglo XVIII, el coro, la cúpula y las criptas. El Sagrario Metropolitano posee una de las más bellas portadas barrocas de todo México.
Imagen nocturna de la Catedral Metropolitana de Ciudad de México.

La Catedral dispone de la llamada Puerta Jubilar -ubicada en el centro- que se abre en ocasiones especiales y tiene esculturas de San Pedro y San Pablo. Los domingos, en el culto de las 7 de la tarde, la misa se realiza con mariachis.
Su museo incluye la visita a los vestigios de lo que fuera el Templo de Tonatiuh, el juego de pelota, el Templo de Quetzalcóatl, los templos de Xochiquetzal y Chicomecóatl; así como una exhibición de arte sacro. Se hace imprescindible subir a su campanario y observar el Centro Histórico de la ciudad. El mirador es uno de los secretos mejor guardados de la Ciudad de México.
El acceso es gratuito; además, en determinadas fechas, incluso podrás acceder a un recorrido por las catacumbas y los campanarios. Para ello lo mejor es consultar su página web.

El Templo Mayor de México: Tenochtitlán.

Suele ser muy habitual que los grandes descubrimientos lo sean por casualidad. Formando parte de la antigua ciudad de Tenochtitlán, capital de los aztecas, la ciudad de México que fue edificada sobre las ruinas de aquellos magníficos palacios y maravillosos templos, es descubierta en el siglo XIX, cuando se construía el metro de la ciudad. Allí aparece lo que hoy llamamos el Templo Mayor.
Hubo que excavar para llegar a lo más profundo del templo y encontrar allí valiosas y numerosas piezas: vasijas de barro decoradas, joyas y cuchillos de obsidiana, esculturas mayas.... a pesar de la destrucción de los conquistadores pues muchos de los antiguos templos prehispánicos fueron destruidos pata utilizar sus piedras en nuevas construcciones.
El Templo Mayor de la Ciudad de México abrió sus puertas el 12 de octubre de 1.987.

El recorrido, que comienza en las ruinas, te permite también acceder al pequeño Museo del Templo Mayor en el cual destaca la exhibición de una enorme pared realizada con cráneos de aquellas personas ancianas consideradas "buenas personas", en representación de su sabiduría. Eran decapitados pero se conservaba, el cráneo en esta pared denominada Zompantli, aunque habitualmente dicho lugar estaba reservado a personas importantes o emperadores.

El lugar principal del vestíbulo lo ocupa, desde el año 2010, el magnífico e impresionante relieve policromado que representa a la diosa de la Tierra, Tlaltecuhtli, la mayor pieza escultórica de factura mexica que se ha encontrado. Su hallazgo tuvo lugar el 2 de octubre de 2006, y puede apreciarse su policromía original gracias a un magnífico trabajo de restauración. Por su parte, en la parte central del segundo nivel del museo se encuentra la otra pieza estelar de este recinto: el gran monolito circular que representa en relieve a la diosa lunar, Coyolxauhqui; su gran importancia obedece no sólo a su magnitud y belleza, sino también porque fue gracias a su hallazgo accidental, ocurrido en la madrugada del 21 de febrero de 1978, que dieron inicio las excavaciones del Proyecto Templo Mayor, cuyo fruto es todo lo que hoy día puede apreciar quien visita este lugar.

Horario.
El museo permanece abierto de martes a domingo de las 9:00 a 17:00 horas. Los lunes está cerrado para mantenimiento y atención a medios de comunicación. El domingo la entrada es gratuita para los nacionales y para los extranjeros, pero residentes en el país. Aún así, en este enlace podes consultar y actualizar toda la información.
Imagen nocturna del Palacio Nacional.

El Palacio Nacional.

¡Viva México!, el grito que a las 23,00 horas de cada 15 de setiembre efectúa el Presidente de la República, precediendo al sonar de la gran campana de Dolores que se sitúa por encima de la entrada principal del Palacio, marca el inicio de las celebraciones por el aniversario de la independencia del país. Así lo hizo el cura Miguel Hidalgo, para dar inicio en 1.810 a la lucha por esa independencia.

Construido en 1.693, y ocupado por Hernán Cortés, posteriormente sirvió como el Palacio del Virrey de la Nueva España hasta la Guerra de Independencia de México. Hoy en día es la sede del Gobierno federal. En sus paredes interiores se encuentran los murales de Diego Rivera que describen la historia de México desde la época pre-colombina. Atravesado el patio principal del palacio es posible admirar su fuente central, que contiene una elegante estatua de bronce del Pegaso. También puedes visitar el Recinto Legislativo, una réplica del primer Congreso mexicano, y realizar el tour de la casa de Benito Juárez.
Abierto todos los días, la entrada es gratuita, aunque hay que acreditarse por evidentes motivos de seguridad. Sin embargo, y dado que es posible que también esté cerrado sin previo aviso, bueno será que consultes su página web en este enlace.
Vista nocturna de la fachada del Palacio de Bellas Artes.

El Palacio de Bellas Artes.

Inaugurado bajo el nombre de Museo de Artes Plásticas, el 29 de noviembre de 1934, fue el primer museo de arte en México, es decir, el primer recinto cultural dedicado a exhibir objetos artísticos para su contemplación. En su colección se incluían piezas desde el siglo XVI, hasta los murales de 1934 de Diego Rivera y José Clemente Orozco, así como una sala de escultura mesoamericana, otra de estampa mexicana y un Museo de Arte Popular, que albergaba la colección de Roberto Montenegro.
A partir de 1968 se conoce a las salas de exhibición del Palacio como Museo del Palacio de Bellas Artes, que no solamente fue el primer museo dedicado a la producción plástica, sino también fue el origen indiscutible del sistema de museos de arte en México.
De la enorme colección que albergó durante la primera mitad de su historia, el Museo del Palacio de Bellas Artes actualmente exhibe de forma permanente 17 obras murales de siete artistas nacionales ejecutadas entre 1928 y 1963, y mantiene un intenso programa de exposiciones temporales así como una gran cantidad de actividades para todo público.

Interesante es, tanto su página web, como esta otra que nos presenta la historia del museo.

La Torre Latinoamericana.

Finalizada a principios de 1956, e inaugurada oficialmente el 30 de abril del mismo año, se ubica en la esquina que forman las calles Francisco I. Madero y Eje Central, en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México. En el momento de su terminación, con sus 181,33 metros de altura en los que se incluye la antena, la Torre Latinoamericana era el edificio más alto de Latinoamérica. Cuenta con 44 pisos, y es en ese último piso donde se encuentra su mirador público, con las mejores vistas de la ciudad.

Con una fachada de cristal y aluminio, es el único rascacielos del mundo que sen encuentra en una zona declarada como sísmica; siendo un verdadero ejemplo de arquitectura y cimentación. Solo los pisos superiores, a partir del 37 donde encontramos una tienda de regalos y un restaurante, son de acceso público como atractivo turístico. Uno más arriba, en el 38, se encuentra el museo del edificio, que cuenta con fotos históricas y piezas arqueológicas descubiertas a raíz de su construcción.

La visita se puede realizar de lunes a domingos, de 9 de la mañana a 10 de la noche. El mismo ticket es válido para subir y bajar cuantas veces quieras. En cuanto a precios y más información lo mejor es consultar su página web.
Palacio Postal o de Correos,

El Palacio Postal o sede Correos.

Entre las calles de Tacuba y Eje Central, en un lugar donde antaño los franciscanos construyeron el Hospital Real de Terceros, y en el que eran atendidos los miembros de la orden, se inicia la construcción en 1.902 (una vez demolido el hospital) de este bello palacio, por instrucciones del general Porfirio Díaz, para inaugurarse tan solo 5 años después con la interpretación por primera vez del himno nacional mexicano. Era el 17 de febrero de 1.907.
Conocido también como la Quinta Casa de Correos, con un acabado renacentista (la verdad es que yo lo miro y me da la impresión de estar contemplando cualquier palacio veneciano) también se conjugan en él otros estilos. Desde un principio fue concebido como sede de la oficina de correos, y dotado de los mejores avances tecnológicos. Baste decir que en él se instalan los dos primeros ascensores del país y es uno de los primeros edificios en contar con energía eléctrica.

Es en su interior donde la gran escalinata central destaca sobremanera sobre el conjunto, así como las cristaleras, la herrería de estilo florentino, las columnas de mármol de Querétaro y los estucos de sus techos. En su entrada principal destaca sobremanera un enorme reloj así como su fachada de cantera originaria del estado de Hidalgo.
Escaleras interior Palacio Postal.

Además de alberga en el último piso al Museo de Historia y Cultura Naval de la Secretaría de Marina, es de destacar también su biblioteca. Aquí se custodian más de ocho mil volúmenes de libros y revistas que cuentan la historia y hablan de la arquitectura de este edificio así como de otros monumentos y recintos de la ciudad. A un lado de la biblioteca se encuentra La Tarasca, de Pablo Magaña, un mural elaborado con estampillas postales que reconstruyen un paisaje en Teotihuacán.
Está declarado Monumento Artístico y su entrada es gratuita, todos los días de la semana, en horario de 10,00 a 18,00 horas.
Fachada del Museo Nacional en la Plaza Manuel Tolsá, con la estatua ecuestre de Carlos IV.

El Museo Nacional de Arte, en la Plaza Manuel Tolsá.

También conocido por sus siglas como MUNAL, este importante museo de la Ciudad de México está ubicado en la preciosa Plaza Manuel Tolsá, en pleno Centro Histórico de la ciudad, también conocida popularmente como "la plaza de El Caballito" y que no debemos confundir con la glorieta del mismo nombre.

La estatua representa al rey español Carlos IV, efigie realizada por el arquitecto y artista Manuel Tolsá y ha tenido varios emplazamientos. Desde su inauguración, en 1803, en la Plaza Mayor o Zócalo, hasta su posterior traslado, en 1.824, al edificio de la Universidad. En 1.952, cuando los aires liberales alternaban con el conservadurismo, se trasladó a la glorieta de Reforma y Avenida Juárez —mejor conocida como “Glorieta del Caballito”—, hasta que en 1981 fue trasladada al lugar que actualmente ocupa.

El Museo Nacional de Arte , que fue también el Antiguo Palacio de las Comunicaciones guardamás de tres mil piezas del arte mexicano, que va desde el siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XX. Construido sobre los cimientos de lo que alguna vez fue el hospital San Andrés, se levantó el antiguo Palacio de las Comunicaciones. Terminado por el arquitecto Silvio Contri en 1910 en un estilo ecléctico fue símbolo del progreso. Su modernidad se mostró en la manera de alternar las estructuras metálicas con los biselados, la piedra tallada, las herrerías fundidas en Italia, los estucos o las ondeantes formas interiores, tal como se alcanza a ver desde el Salón de Recepciones o del Patio de los Leones.

Abierto de martes a domingo, en horarios de 10 a 18,00 horas. Te sugiero consultes su página web.
En la misma Plaza Manuel Tolsá también se encuentra el Museo de la Minería.
La fachada de la Casa de los Azulejos, esquina 5 de mayo con Madero.

La Casa de los Azulejos.

Este curioso edificio se le llama así debido a que la fachada se encuentra cubierta por azulejos de talavera poblana. El edificio ha servido como residencia de importantes personajes de la historia, incluida la Quinta Condesa del Valle de Orizaba (Graciana Suárez de Peredo), quien ordenó la reconstrucción de la casona, y a quien se debe su actual aspecto. Se cuenta que también sirvió de refugio a los simpatizantes del conquistador Hernán Cortés.
Con una construcción original que data del siglo XVI, enclavado en la popular calle 5 de mayo, esquina a Madero, a partir de 1881 el inmueble se convirtió en el Jockey Club y posteriormente en la Casa del Obrero Mundial. Desde 1919 pertenece a la cadena de tiendas estadounidense Sanborns. En sus interiores resguarda dos murales: Pavorreales de Palcologne de 1918, y Ominiscencia de José Clemente Orozco del año 1925.

La Casa de los Azulejos es una obra maestra de la arquitectura barroca novohispana.

La historia del edificio se remonta a los primeros años de la Nueva España, cuando en 1596 se unen las residencias de Don Damián y Diego Suárez; el primero de ellos vende su propiedad por motivos económicos, y la hija del segundo se casa con el Conde del Valle de Orizaba, otorgando a su descendencia la posesión del palacio hasta el término de la Independencia de México. Es precisamente esta casa quien es testigo de la entrada triunfal del ejército Trigarante, al ser colocado, a un costado de su fachada, un arco de flores que enmarcaría el nacimiento de una nueva nación.

Su interior, que ha sufrido modificaciones para dar cabida al espacio comercial, conserva en su gran patio una gran belleza junto con su fuente y paredes. Se ha convertido en un restaurante de reconocido atractivo turístico. Allí comimos, pero eso será cuestión de otra reseña.
Nuevo plano en blanco y negro del Centro Histórico de Ciudad de México. (Pulsa para ampliar)

El Centro Histórico de Ciudad de México abarca mucho más que estos ocho maravillosos lugares.

He querido que en este precioso recorrido a pie del Casco Histórico de la Ciudad de México conozcas lo que considero más importante. Sin embargo, existen otro muchos más lugares dignos de hacer parada y que es justo mencionarlos y, por supuesto, visitarlos según el tiempo que tu consideres.

El Palacio de la Autonomía, construido sobre los vestigios del Convento de Santa Teresa; la Calle de la Moneda, a un costado del Palacio Nacional, donde se encuentra el con grabados de Picasso y dibujos de Rembrandt. La Plaza de Santo Domingo, considerada la segunda plaza en importancia del Centro Histórico y donde antes de la llegada de los españoles se ubicaba el Palacio de Cuauhtémoc. El Templo de Santo Domingo; el Museo de la Caricatura, el Museo de la Ciudad de México, la Plaza de la Santa Veracruz, el Palacio de Iturbide, o la famosa y popular, sobre todo en la noche, Plaza Garibaldi.

El Parque de la Alameda, uno de los pulmones de Ciudad de México.

Pero si quieres tomarte un pequeño descanso, yo creo que hasta bien merecido, nada mejor que hacerlo en el Parque de la Alameda.. Junto al Palacio de Bellas Artes, que ya hemos visitado, el Parque de la Alameda es desde el siglo XVI uno de los primeros espacios naturales de la ciudad. Dentro de esta gran área verde, que sin duda ayuda a reducir la alta contaminación ambiental de la ciudad, nos encontramos con variados atractivos: estatuas, fuentes, amplias zonas verdes y un monumento dedicado a Benito Juarez.

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COMENTARIOS

  • Pasajero Metro CDMX escribió

    septiembre 5, 2023

    Hola, si queréis viajar a ciudad de México, es una ciudad preciosa. Para viajar por ella, una forma económica y buena para conocer la ciudad es hacerlo en el tren ligero.

    Responder

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